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¿Pudo el Homo sapiens surgir de la unión de dos especies desconocidas hace 300.000 años?

Al leer este articulo en MUY INTERESANTE me decido a abrir una nueva pestaña sobre evolucion, tema que siempre me ha apasionado, dada su complejidad.

Transcribo para tenerlo a mano mas fácilmente. 

El articulo tiene como referencia a:

  • Cousins, T., Scally, A. & Durbin, R. A structured coalescent model reveals deep ancestral structure shared by all modern humans. Nat Genet (2025). DOI:10.1038/s41588-025-02117-1

Esta el articulo, ademas, en varias revistas, como por ejemplo, NATIONAL GEOGRAPHIC o La Brujula Verde.

Es evidente que, desde principio de siglo con los avances obtenidos en el conocimiento del Genoma y ADN, el "arbol" genealogico o filogenetico humano ha pasado de ser un arbol simple de ramas sin conexion a otro con gran imbricacion de interacciones entre los componentes de una rama con otras.

Roberto Sáez en su conferencia "la gran aventura del la evolucion humana" ya lo indica. Conferencia que dejo al final del articulo.

En la revista nature genetics, se publica el articulo que ha servido de base a los demas:

Un modelo coalescente estructurado revela una estructura ancestral profunda compartida por todos los humanos modernos

comenzando su exposicion con lo que sigue:

"Comprender la historia de los eventos de mezcla y los cambios en el tamaño poblacional que condujeron a los humanos modernos es fundamental para la genética evolutiva humana. En este trabajo, presentamos un modelo oculto de Markov basado en la coalescencia, cobraa, que representa explícitamente la división y reunificación de una población ancestral, y demostramos su aplicación en datos simulados y reales de múltiples especies. Utilizando cobraa, presentamos evidencia de un período extenso de estructura en la historia de todos los humanos modernos, en el que dos poblaciones ancestrales que divergieron hace aproximadamente 1,5 millones de años se unieron en un evento de mezcla hace aproximadamente 300 000 años, en una proporción de aproximadamente 80:20 %. Inmediatamente después de su divergencia, detectamos un fuerte cuello de botella en la población ancestral principal. Inferimos regiones del genoma actual derivadas de cada población ancestral, y descubrimos que el material de la minoría se correlaciona fuertemente con la distancia a la secuencia codificante, lo que sugiere que fue perjudicial para el fondo mayoritario. Además, encontramos una fuerte correlación entre las regiones de ascendencia mayoritaria y la divergencia humano-neandertal o humano-denisovano, lo que sugiere que la población mayoritaria también era ancestral de esos humanos arcaicos."

Asi pues, tal y como se escribe en Muy Interesante: 

"La historia de nuestros orígenes es más compleja de lo que imaginábamos: un estudio genético revela que Homo sapiens no desciende de una sola población, sino de al menos dos poblaciones ancestrales que se separaron y volvieron a unirse mucho antes de su expansión global.

fotografia de MUY INTERESANTE

La historia de nuestros orígenes se complica aún más. Un reciente estudio publicado en Nature Genetics ha arrojado luz sobre un episodio desconocido en la evolución de nuestra especie: 

Hace 1,5 millones de años, los ancestros de los humanos modernos se separaron en dos poblaciones distintas, y 300.000 años atrás, volvieron a mezclarse

El resultado de esa antigua fusión sigue en nuestro ADN, con el 20% de nuestra información genética proveniente de una población hasta ahora misteriosa. Este descubrimiento, que se apoya en un nuevo algoritmo computacional llamado Cobraa, plantea preguntas fascinantes: ¿quiénes eran estos homínidos con los que nos reencontramos? ¿Cómo influyeron en nuestra biología y evolución? Y lo más intrigante: ¿qué papel jugaron en el desarrollo de nuestra cognición?

Dos linajes separados durante más de un millón de años.


Durante mucho tiempo, se pensó que la evolución de Homo sapiens seguía una línea relativamente clara: un linaje continuo en África, con algunas interacciones más recientes con neandertales y denisovanos. Sin embargo, la nueva investigación sugiere que la historia es mucho más compleja.

Los datos indican que hace 1,5 millones de años, nuestros ancestros se dividieron en dos grupos. Uno de ellos sufrió un cuello de botella inesperado, reduciéndose drásticamente en número, pero eventualmente se convirtió en la población mayoritaria de la que descendemos hoy. El otro grupo, en cambio, se mantuvo más estable, evolucionando por su cuenta durante más de un millón de años antes de que ambos volvieran a mezclarse.

Este evento de fusión no fue menor. No estamos hablando de una simple migración o de un intercambio esporádico de genes, sino de una recombinación a gran escala que dejó una huella genética profunda en toda la humanidad.


Una fusión genética que cambió nuestra evolución

El impacto de este reencuentro ancestral no fue meramente biológico. El estudio revela que los genes heredados de esta población misteriosa no se distribuyeron al azar en nuestro genoma. En cambio, parece haber habido una fuerte presión de selección que favoreció o eliminó ciertos segmentos de ADN.

Uno de los datos más sorprendentes es que algunos de estos genes están relacionados con la función cerebral y el procesamiento neuronal. ¿Pudo esta fusión haber contribuido a nuestra capacidad cognitiva? La posibilidad es intrigante.

También hay una pista clave en la forma en la que estos genes se encuentran en nuestro ADN. Muchos de ellos aparecen alejados de regiones funcionalmente importantes, lo que sugiere que el material genético de esta población minoritaria no siempre se integró de manera armónica con el resto del genoma. Esto apunta a un proceso de selección natural que pudo haber eliminado los elementos menos compatibles.

¿Quiénes eran estos ancestros misteriosos?

Aquí es donde la historia se vuelve aún más  intrigante.  Si bien el análisis genético permite reconstruir la existencia de estos dos linajes, identificar a qué especies correspondían es un desafío completamente distinto.
Las fechas coinciden con la presencia de Homo erectus y Homo heidelbergensis.

Erectus e Heidelbergensis son dos especies que habitaron África y otras regiones durante el mismo periodo. Algunos científicos sugieren que una de estas especies, o incluso un grupo aún desconocido, podría haber sido la población B que se mezcló con nuestros ancestros directos.

Esta incertidumbre deja la puerta abierta a futuras investigaciones. A medida que se descubren más fósiles y se perfeccionan las técnicas de análisis genético, podríamos estar más cerca de identificar a estos enigmáticos homínidos.

Más allá del caso humano, el modelo empleado en el estudio abre nuevas posibilidades para entender la evolución de otros animales. Al aplicarlo en especies como gorilas, chimpancés, delfines y murciélagos, los investigadores han detectado patrones similares de poblaciones que se separaron y luego se fusionaron nuevamente.

Este hallazgo refuerza la idea de que la evolución no es un proceso lineal, sino una red de interacciones complejas en la que diferentes grupos pueden separarse durante largos periodos y luego volver a unirse, intercambiando genes y dando forma a nuevas especies.

Un capítulo perdido en la historia de la humanidad

Este estudio pone de manifiesto lo poco que sabemos sobre nuestros orígenes y la extraordinaria capacidad de la genética para revelar secretos que, de otro modo, quedarían ocultos para siempre.

Si bien aún queda mucho por descubrir sobre esta población ancestral y su influencia en la evolución de Homo sapiens, una cosa está clara: la historia de nuestra especie es mucho más rica y enrevesada de lo que imaginábamos."
"A medida que nuevas investigaciones avancen en este campo, es posible que nos enfrentemos a más revelaciones sorprendentes sobre quiénes somos y de dónde venimos. Y, tal vez, la clave para entender el pasado esté en el mismo ADN que llevamos dentro."

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